
Todos conocemos las historias de monjas y maldiciones. Pero la que continuación voy a narrar es de nuestra ciudad. Se dice que en un tiempo vivió en el asilo que actualmente se encuentra ubicado por la calle 18(barrio el cundí), una monja encargada de cuidar de todos los ancianos de asilo; hasta que un día fallece y su alma por consiguiente no pudo nunca descansar y busca después de muerta seguir ayudando a las personas que transitan por el asilo, cuentan que se aparece a cualquier hora de día y que la mayoría de la personas que la suelen ver son ancianos o persona adultas, suele mostrarse como una mujer muy bella aparentemente no una monja, por lo que los que la ven se sienten inmediatamente atraídos por ella. Este espanto no busca hacer daño al contrario les sirve de acompañante a las personas; pero siempre se tiene que tener precaución nunca se sabe si se arrepienta...
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